Un amigo es quién te
llega a conocer,
porque ha sabido
esperar el momento en que abres tu
corazón.
Te mira a los ojos y
nada te dice, porque todo lo calla.
Te observa en
silencio, con bondad.
Te pide ayuda, porque
sabe que estás siempre dispuesto.
Te da aquello que más
le costó conseguir,
aun sabiendo que nunca
lo recuperará.
Ve cómo pasan los
días, los meses, los años, siempre a tu lado.
Te trata con respeto,
compartiendo tus
silencios,
escuchando tus
susurros y limpiando las lágrimas que brotan de tus ojos.
Ríe contigo y se alegra de tu buena estrella.
No le importa tu forma
sino tu fondo.
Camina junto a ti y tú
junto a él, de la mano,
sabiendo que
somos nubes…
que un buen día nos
convertimos en la lluvia
que se derrama en el
espacio para llegarte a ti
que lees estas gotas
de...
amor y paz.
Ángel Hache