Un amigo es quien te llega a conocer, porque ha sabido esperar el momento en que abres tu corazón.
Te mira a los ojos y nada te dice, porque todo lo calla.
Te observa en silencio, con bondad.
Te pide ayuda, porque sabe que estás siempre
dispuesto.
Te da aquello que más le costó conseguir, aún sabiendo que nunca lo recuperará.
Ve cómo pasan los días, los meses, los años…, siempre a tu lado.
Te trata con respeto, compartiendo tus silencios, escuchando tus susurros y limpiando las lágrimas que brotan de tus ojos.
Ríe contigo y se alegra de tu buena estrella.
No le importa tu forma sino tu fondo.
Camina junto a ti y tú junto a él, de la mano, sabiendo que somos nubes. Que un buen día nos convertimos en la lluvia que se derrama en el espacio para llegar a ti que lees estas gotas de... amor y paz.
Ángel Hache