Me voy caminando lejos,
tan lejos como mi alma quiera
y mi cuerpo aguante.
Me voy sin querer mirar atrás,
pa’que el dolor no me estalle.
Allá lejos quedan,
días, meses, años.
Vividos, amados, odiados,
recordados, olvidados…
Jugando a las canicas,
corriendo, brincando.
Ajeno a todo,
mi infancia pasó
feliz…
sin conocer lo que después supe.
Lo que me selló.
Un día te vi
y como un rayo que atraviesa mi alma te sentí.
Una hebra tejió tu cuerpo y el mío,
tu alma y la mía.
Hilo invisible.
Hebras de vida.
Anteayer la muerte moraba en mí.
Ayer, hebras de vida…
junto a ti.
Hoy,
me voy caminando lejos,
tan lejos como mi alma quiera
y mi cuerpo aguante.
Me voy sin querer mirar atrás,
pa’que el dolor no me estalle.
Hebras de vida.
¿Recuerdas?
Junto a ti.
Ángel Hache