Elegido es aquél que decide elegirse para la
Misión porque le duele el dolor, es capaz de ver cómo entregar su ayuda,
su particular Luz, su talento a la Humanidad, y no necesita guía
exterior.
Elegido es aquél que
anhela un mundo mejor, deja el pasado atrás y llega a la Nueva
Conciencia planetaria universalista, a la Luz del Nuevo Mundo, y
participa en la construcción del Templo de Dios.
Elegido es aquél cuya Luz es la del Nuevo Mundo, sin importar cuándo o dónde nació.
Elegido es aquel cuyo intelecto no es capaz de alejarle de la Misión,
no tropieza en los escollos del reino de la ilusión, ve más allá del
velo, no lo atrapa ese filtro seleccionador y juzga por su corazón.
Elegido es aquel que no corre tras los espejismos y encuentra en sí
mismo la Verdad, el Amor y la Paz. No depende de mitos y teorías y se
libera de la esclavitud material. No teme dejar el nido y puede volar
con sus propias alas.
No confunde fanatismo e intolerancia con
verdadera fe. No permanece en cómplice indiferencia ante el dolor del
mundo, no lucha por mezquinos intereses ni se retira al desierto a
esperar la ilusoria salvación dejando al mundo padeciendo su enfermedad.
Elegido es aquél que trabaja, que está al servicio del Amor de la naturaleza, de la Humanidad, de un futuro mejor.
Se reconoce porque en sus labios hay verdad, porque en sus manos hay frutos, porque en su corazón hay Amor.
Renuncia a salvar su vida pero así la salvará.
Elegido es aquél que padece el dolor de la Humanidad, su sensibilidad
está viva, no se ha habituado al hedor, pero no sale huyendo, ni cierra
los ojos, y participa en su curación.
Elegido es aquel que ante
fórmulas gastadas, caminos fracasados y luces añejas, echa un vistazo
alrededor y descubre que muy negro se ve el futuro a la luz de esas
luces.
Elegido es el que difunde la Luz del Nuevo Mundo, colabora
sin violencia, sin mentira, sin condena, sin protesta, con comprensión.
Atenúa el odio, busca la Justicia, promueve la Paz, exalta la Unión,
rescata las buenas semillas, prepara a la nueva generación, muestra el
Camino Nuevo, el que ayuda a evitar la destrucción, el Camino del Amor.
Elegido es aquel que al mundo enseña que sí se puede decir la Verdad,
que sí se puede vivir sin mentir, que la mentira sí puede ser
erradicada. Que sí puede construirse un mundo mejor fundamentado en
Amor, en contacto y armonía con otros hermanos del Universo, en estrecho
vínculo con Dios.
¡Hijo Amado, hijo de las blancas vestiduras,
Yo Soy tu Creador, tu Dios, el Invisible Omnipresente, el Intimo, el
Dios Amor! Esto es promesa que cumpliré: donde tú vayas contigo iré, mi
Poder y Protección estarán contigo, tuya es mi Fuerza, tu Victoria final
definitiva está por Mí garantizada, y tu construirás mi Templo.
ENRIQUE BARRIOS