Dejad que estas
palabras
lleguen al fondo de
vuestro ser dormido.
Dejadme visitar los
escondrijos olvidados de vuestra memoria,
emergerlos y
mostraros la belleza escondida en ellos.
Recordaros el
objetivo de vuestra
venida a la densa materia:
dignificarla.
Despertaros de
vuestra terrible pesadilla, raíz de sufrimientos:
tu soledad.
Renace consciente
de tu grandeza:
tu divinidad.
Eres la luz y la
sombra,
El día y la noche.
Etéreo y palpable.
Nada es sin ti,
pues tú eres el
creador manifestado.
El arquitecto y su
obra.
Recuerda.
Despierta.
Renace.
Amamántate con la
leche vital,
prana,
maná.
Respira y absorbe la Vida que te circunda,
fúndela en tu Ser.
Éste es el bálsamo
que necesitas.
Está ante ti
el alivio de tus
pesares,
la cura de tus
males:
saber y sentir que
eres Dios.
Creador increado.
Recuerda.
Despierta.
Renace.
Ángel Hache