y nunca acabas de sorprenderte de lo que te puede enseñar.
No digas “ya lo sé todo”,
porque en ese instante te habrás estrellado contra el muro de tu
ignorancia.
En el Amor no hay fronteras,
ninguna limitación es posible.
Experiméntalo.
Siéntelo.
Disfrútalo.
Vívelo.
El Amor no tiene normas,
sólo tú las pones,
sólo tú las quitas.
El Amor es como el Sol,
ni sale,
ni se pone… es y te alumbra.
Somos aún muy jóvenes,
aprendices del Amor.
No quieras detener la
Vida ,
pues la Vida
es Amor,
imparable,
inasible.
Sólo vívelo en cada instante.
El Amor es lo único que de verdad permanece en la impermanencia.
Es lo que somos.
Ángel Hache