En el sendero, caminando…el Maestro continuó:
«Cuando te dije “Déjalo todo y sígueme”,
quise decirte:
“Déjalo todo:
tus deseos, tus anhelos…,
todo por lo que has creído hasta hoy.
Vacía tu alma, tu mente, tu corazón.
Que el verdadero sentido de la vacuidad sea una realidad en ti.
Examina tu corazón y…
déjalo todo… por Amor,
aun el que consideres el más sublime, el más humano.
“Déjalo todo y sígueme”.
Sigue a tu corazón… Khai.»
Ángel Hache