Cuando las olas impulsadas por el viento
se acercan a tu vida
e intentan tragarte,
de nada te sirve salir corriendo.
Si ya las ves en la lejanía,
ya es tarde,
te alcanzarán igual.
¿O no?
Tan solo un milagro es capaz de detener las olas.
No dejes que lo que aparenta que va a ocurrir,
te paralice y se instale en tu mente,
si lo haces ya te han alcanzado las olas.
Da una oportunidad a que el milagro se produzca.
La Vida es un milagro permanente,
deja que se instale en ti
y convierta el oleaje en una balsa
de agua que acaricie tus pies.
Escribe tu futuro,
no dejes que nadie te inmovilice.
El milagro se produce
y lo imposible es una realidad.
Ángel Hache