Luce el sol.
Amaneció,
tras una larga noche de dudas,
temores,
recuerdos,
pasiones,
tristezas,
alegrías.
Lo pasaste mal.
Te avisé:
“Nunca dejes de confiar”.
Creer que la felicidad existe no es una locura,
la locura es estar cuerdo todo el día.
Otra vez tu mente te la jugó y quiso que sufrieras,
toma las riendas y deja que brille con luz propia tu alma.
Está deseando abrazarte y decirte:
“¡ya era hora!, ¡bienvenida a la Vida!”
Que las leyes del pasado ya no te gobiernen nunca más.
El presente es la ley del Amor,
la noche quedó atrás.
No más miedos.
¡Nunca más!
Ángel Hache