Con mi bastón, ligero de equipaje. Sin mapa ni guía.
Sin trayecto trazado voy
caminando.
El día llegando a su fin.
El cansancio haciendo mella.
A la vera del camino me siento.
Parada forzada.
Una bandada de pájaros guiados por las estrellas sigue su
rumbo.
Conocen su ruta para subsistir. Las estaciones sus vidas van
marcando.
La primavera florecida, el verano reluciente, el otoño
dorado, el invierno gélido.
Así, cavilando, el sueño me va venciendo.
El Sol emerge.
Me levanto, doy unos pasos y sigo caminando.
Y me voy preguntando…
¿Cuál estación marca mi tiempo?
Qué importa,
ni el futuro ni el pasado...
Sólo sigo la estela de los pájaros.
Ángel Hache