Las palabras se las lleva el viento, su esencia permanece hasta que te liberas y ya nada te ata

9 KHAI. SOY FLUJO


El río es flujo continuo de agua,
el agua que no fluye no es río.
El mar es flujo constante de agua,
el agua que no fluye no es mar.
La nube es flujo incesante de vapor de agua,
el vapor de agua que no fluye no es nube.

Soy el río, el mar, la nube… Agua.
Soy flujo.
Soy Khai.


Ángel Hache

EL ERMITAÑO




Después de una larga caminata llegó Bernardo a la cueva donde se encontraba el ermitaño. Llevaba consigo el alimento que éste necesitaba para dos semanas. Nadie más se acercaba allí, apartado de cualquier camino. Muy pocos conocían el acceso a este recóndito lugar, sólo los monjes del monasterio al que pertenecía sabían de su existencia.

 Desde la entrada se divisaba el valle. El Sol lucía en su cenit y el calor era agobiante. Gracias a los árboles que casi ocultaban el acceso se hacía soportable. Las rocas reflejaban el calor como si de fuego se tratase.

MI ESTACIÓN



Con mi bastón, ligero de equipaje. Sin mapa ni guía.
Sin trayecto trazado voy  caminando.

El día llegando a su fin.
El cansancio haciendo mella.
A la vera del camino me siento.
Parada forzada.

Una bandada de pájaros guiados por las estrellas sigue su rumbo.
Conocen su ruta para subsistir. Las estaciones sus vidas van marcando.
La primavera florecida, el verano reluciente, el otoño dorado, el invierno gélido.

Así, cavilando, el sueño me va venciendo.
El Sol emerge.
Me levanto, doy unos pasos y sigo caminando.
Y me voy preguntando…
¿Cuál estación marca mi tiempo?
Qué importa,
ni el futuro ni el pasado...
Sólo sigo la estela de los pájaros.


Ángel Hache

8 KHAI. EL OTRO



No soy diferente a mí,
nada hay fuera de mí.
Si percibo algo,
si toco,
si siento,
si pienso,
si deseo,
es porque está en mí.

El “otro” no es real,
soy Yo,
Khai.


 Ángel Hache

¿QUIÉN SOY?



Entre tú y yo:

Un cristiano me dice que soy budista. El budista me califica de agnóstico. El agnóstico se reafirma en que soy ateo y éste que soy un místico. El místico me califica de científico, éste que soy espiritualista. El espiritualista que soy musulmán, éste que soy judío. El judío que soy jainista, éste que soy hinduista. El hinduista que soy taoísta, éste que…

–¿Pero tú qué eres?

–No soy “qué”, sino “quién”. Cuando sepas quién eres tú, sabrás quién soy yo.


Ángel Hache

7 KHAI. MI CUERPO ES UNO CONMIGO


Yo soy,
y mi mente coordina  mis emanaciones,
en ellas resido.

Así como mi cuerpo es uno conmigo,
yo soy uno con él.

Diferentes funciones cumple según mi propósito.
Si le digo a mi mano a través del pensamiento que me alcance un objeto,
ésta ejecuta mi mandato con diligencia,
pues ella y yo no somos diferentes.
Si le digo a mis piernas que se muevan,
ellas lo hacen sin objeciones,
pues ellas y yo somos lo mismo.
Acatamos  porque nos sabemos un cuerpo, una sola voluntad.
Desean lo que yo deseo: ejecutar mi voluntad, la suya.
Mi cuerpo es Khai.
Mi mente es Khai.
Yo soy Khai.


Ángel Hache

LA NOTA


 Miré a mi alrededor, la estación estaba repleta de gente, era un día clave del año: nochevieja. Muchos encuentros y despedidas, alegrías y tristezas. Ramos de rosas para la novia que desde el último permiso el militar no vio. Besos que nunca acaban al marido que el destino le hizo marinero, seis meses de ausencia son demasiado, a los que ninguno de ellos se acaba de acostumbrar. El grupo de estudiantes ansiosos de disfrutar de las pistas de esquí y de alguna noche loca en la discoteca. Un turista asiático un tanto despistado fotografiando a los limpiadores del andén, confundiéndoles con Dios sabe quién.

6 KHAI. TODO TU SER ES CAMBIO


Khai rompe las barreras de tus limitaciones constantemente,
pues es tu deseo crecer en consciencia de quién eres.
Por lo tanto cada instante mueres y renaces,
estás cambiando constantemente.

Todo tu ser es cambio
y es Khai quien permanece inalterable en cada momento,
 aún en el cambio.
Khai y tú no sois independientes,
dos entidades separadas;
eso es sólo una entelequia,
una tela de araña tejida a través del tiempo por tu mente
para detentar el poder sobre ti.
Tu mente es tu instrumento,
Khai eres tú.

Khai hoy tiene tu nombre…
 tu rostro,
tus experiencias de vida.
Pero tu nombre y rostro cambiarán
y tus vivencias aumentarán y es en Khai donde permanecen.
Donde tú permaneces,
pues recuerda que eres Khai.
Khai y tú,
Uno.


Ángel Hache

5 KHAI. LA INTUICIÓN


Intuyo que no estoy solo,
que me acompañas en cada pensamiento,
en cada sentimiento
y en todo lo que hago.
Pero no,
no estoy hablando de alguien extraño,
ni ajeno.
No hablo de un dios,
un espíritu,
un alma inalcanzable.

No, no quiero más proyectos,
ni quimeras,
ni paraísos perdidos o encontrados.
Se acabó la búsqueda;
el encuentro casual en un sueño,
en una sonrisa,
un grito,
una palabra,
una esperanza,
una intuición,
una certeza.
No quiero seguir la búsqueda...
porque ya te he encontrado.

Hablo de ti,
de NOSOTROS,
del ser que ES.
Hablo de la REALIDAD.
De UNO y el misterio de la multiplicidad.
Siempre SOMOS,
PRESENTE,
sin más.

Se acabó el misterio,
nada permanece oculto eternamente,
ni TÚ…
Khai.



Ángel Hache





EL MANANTIAL



Bebí de muchas fuentes, todas saciaron mi sed durante un tiempo. Mas seguí teniendo sed. ¿Es posible encontrar un manantial del que beber en cualquier momento? –Me pregunté.
Como cada noche dormí y soñé… Mi cuerpo entraba en el mar, sentí cómo el agua rozaba mi piel. Ésta se erizó debido a la baja temperatura, tanto que comencé a temblar. Vibraba todo mi ser de tal manera que ya no veía mis manos ni mis pies… Todo fue disolviéndose como la sal en un vaso de agua. Entonces me di cuenta que seguía pensando, sintiendo, viendo, pero ya no era yo, sino “otro yo” constituido por… ¡agua! ¡Yo era agua! Soy el mar.
Desperté.
Comprendí que ya no tendría sed nunca más.

Ángel Hache

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