Cada noche me abandona
con un ¡hasta pronto!
Un nuevo día se aleja una vez más.
¿Qué me deparará la oscuridad?
Tal vez no vea la madrugada que vi ayer.
Puede que mi cuerpo duerma al alba
el sueño que me lleve a otra realidad.
Quizás te vuelva a ver una vez más,
sin noche ni día,
donde tú y yo
quedamos aquella tarde de juventud.
¿Recuerdas?
Yo sí…, en la eternidad.
Ángel Hache